Las isoflavonas de soja son conocidas como uno de los elementos nutritivos más interesantes que provienen de la soja,
un auténtico componente alimentario principal en países asiáticos, y
sobre cuyo consumo ya se está extendiendo a muchos países occidentales.
Tal es el caso del aumento en el consumo de productos derivados de la soja y las diferentes virtudes –reconocidas científicamente- que aportan al organismo, como ocurre con los beneficios de la leche de soja, por ejemplo.
No obstante, a pesar que sean muchas las
propiedades que nos aportan este tipo de productos (ayudan a prevenir
la aparición del cáncer, cuidan nuestro hígado…), una de sus virtudes
más destacadas pasa por la acción estrogénica en las mujeres que ayuda a
aliviar los típicos síntomas de la menopausia (soja contra los trastornos de la menopausia).
Pero, ¿sabías que también los fitoestrógenos son útiles para hombres?.
Fitoestrógenos para hombres
Como de buen seguro sabrás, a partir de
aproximadamente los 45 años de edad, los hombres tienden a menudo a
experimentar un crecimiento generalmente benigno de la próstata.
Los hombres afectados por este trastorno
presentan a menudo una serie de sintomatología determinada, como es,
por ejemplo, problemas en la micción o una degeneración celular que
origina una tumoración que, primariamente, suele ser benigna.
En este punto, es precisamente donde los fitoestrógenos actúan en los hombres,
ya que son capaces de inhibir este crecimiento al bloquear la acción de
la enzima encargada de transformar la testosterona en
dihidrotestosterona (causante del crecimiento).
Por poner sólo un ejemplo, en Japón,
país donde el consumo de soja y derivados es sumamente elevado, el
índice de cáncer de próstata es más de 4 veces menos que en Estados
Unidos.