La devastadora crisis económica mundial, que está castigando en extremo a nuestro país, en el que la tasa de paro actual ronda ya casi el 20% de la población activa ( 30 % enCanarias), está teniendo una importante repercusión no sólo en nuestros bolsillos, si no también en nuestra salud física y mental .
En la actual situación de crisis económica y paro laboral, se está observando un notable incremento de las enfermedades físicas relacionadas con el estrés, como son la hipertensión, accidentes cerebro vasculares, anginas de pecho, e infarto de miocardio, tal como ponía de manifiesto en el mes de octubre el director de la Agencia Europea de Seguridad y Salud en el trabajo, Jukka TaKala. Si nos atenemos a las estadísticas, el 33% de las muertes en España están relacionadas con enfermedades cardiovasculares.
Pero la crisis no sólo afecta a quienes quedan en paro y ven angustiosamente como sus deudas y facturas se amontonan sin la capacidad de hacerlas frente, sino también a quienes trabajan, soportando una mayor carga y presión en el ámbito laboral a cambio de una importante merma y reducción de sus ingresos y oder adquisitivo, con la siempre presente preocupación y amenaza de ser los siguiente en la lista de despedidos.